sábado, mayo 23, 2009

Anotación 69

Día: 23 de mayo
Potencia y dirección del viento: del sur
Dirección: hacia el oeste
Mar en calma
3 nudos

Uno de los libros más extraños de Raimundo Ladrón, viajante y pensador, es su Elogio de la mediocridad. En este texto el autor se lamenta de lo que define como el "genocidio elitista de la pequeña lucecita trabajadora e ilusionada". En ciertos ambientes, defiende Ladrón, se exalta de tal manera la lucidez mental, el trabajo brillante y la agresividad del que nació privilegiado, que se desprecia el trabajo mediano del "sudoroso y extenuado mediocre".

"El brillante -indica Raimundo Ladrón- no tiene más mérito que formalizar su virtud en el trabajo. En cambio, el mediocre se machaca para conseguir algo con lo que sentirse orgulloso, aunque resulte de calidad muy inferior a lo que brota como una fuente del lúcido mental. En este afán, acaba forjando unas virtudes humanas que superan a las del portentoso, pero que no son apreciadas por los de su alrededor, que sólo juzgan los resultados".

Esta injusticia roza lo cómico cuanto más artística y libre sea la actividad que se compara. En estos casos indica el autor, sucede que los brillantes se codean por hacer una obra de grandísimo valor-según unos criterios que previamente, a lo Nietzchiano, han establecido ellos mismos- y juzgan como despreciable lo que el mediocre ha creado. Los brillantes, además de envidiarse entre sí, desprecian, ridiculizan y hasta procuran eliminar la obra del mediocre, juzgándole como despreciable, mínimo o grotesco. Pero, concluye Raimundo Ladrón, mientras que discuten sobre cómo debería ser la obra artística con términos inasibles, no perciben que el mediocre, en realidad, busca responder a una necesidad personal indescriptible por la creación que ninguna elevada discusión artística podría satisfacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué sucedió? Aprecio sobremanera tu blog y me extraña profundamente el silencio de Xiba. Deseo que todo te vaya bien y solo sea exceso de trabajo ó (mejor aún) de muy gratas compañías.

Un gran saludo:
Brisa marina